Me encuentro ante un pintor que, en tanto en cuanto me muestra parte de sus obras, me hace sumergir en un mundo mágico, casi casi irreal.
Hace años, Tomás renunció a las técnicas denominadas “normales” y, para expresar lo que bullía dentro de él, se sumergió en un mundo lleno de insinuaciones mágicas, que él crea utilizando ya sea espátulas, sus propias manos o incluso materias plásticas. Siempre a la búsqueda de nuevos materiales que den forma y vida a lo que su mente –o sus sueños- crean.
- ¿Cómo creas esos mundos mágicos de tus obras, en qué te inspiras?
- Desde hace algunos años, pinto siempre con música. Realicé una serie para proyectar, que se denomina “Visiones Cósmicas”. Para ello cuento con la ayuda del grupo musical “Neuronium”, cuya música, denominada “Psicotrónica” es vital para mi obra.
- ¿La música es imprescindible para Tomás C. GILSANZ?
- La música me inspira una imagen.
- En tu paleta hay todos los colores, como el arcos iris..pero dime……¿de qué color pintarías el Amo?
- Entre azules y violetas, toda la gama de lilas.
Le miro con picardía al tiempo que le pregunto:
- ¿Y la Justicia, de qué color pintarías la Justicia? ¿Hay un color para definirla?
- No creo en la Justicia. No creo en ella porque es agresiva, es un mundo de agresividad. Hoy en día todo está al revés. Es el mundo de la violencia y de la picaresca. Si tuviera que pintar la Justicia, la pintaría de ese color gris sucio, como esos nubarrones que vemos a veces, antes de una tormenta…….
- El mundo del Arte, sobre todo el pictórico, es un coto bastante
cerrado…
- Yo me he creado mi propio mundo, que es el mundo espiritual, un mundo reducido. No entro en lo que es el “sistema”…Hay muchos que en este mundillo se han hecho su propio montaje sólo para hacer “pelas” (pesetas) Yo trabajo desde “mi” mundo, desde un plano espiritual, con
música, aromas, etc. Mi mundo es un mundo propio, cerrado en torno a mí…
- ¿Y cómo hiciste tu entrada en el mundo del Arte?
- Ya a los 16 años era un entusiasta de lo fantástico, por aquel entonces dibujaba”cómics” para la Editorial
Bruguera, de Barcelona, pero lo dejé. Y fue al acabar el servicio militar cuando un amigo me pronosticó que yo triunfaría en el mundo de lo fantasioso. De ahí que, pasado el tiempo, me adentré en un tipo de pintura visualizada en sueños…
o a través de mi mente, en una especie de desdoblamiento…
- Quién capta mejor tu obra?
- La gente inteligente.
Me consta que Tomás C.GILSANZ es un apasionado de los viajes. Y que le fascina Egipto, su cultura…
- En tu último viaje a Egipto, creo que algo extraño sucedió…
- Sí, una vez dentro de la Gran Pirámide, me sentí de repente impulsado a recostarme sobre una de las tumbas egipcias…
Aquella fue una experiencia difícilmente olvidable. Sentí como si recorriera mil mundos sin moverme de allí…
- En el mundo del Arte ha habido grandes pintores visionarios, como lo fueron, por ejemplo, Goya, Moreau, El Bosco, etc. ¿Eres tú también un visionario?
- Sí, evidentemente, aunque con distintas maneras plásticas, pero con parecidas ideas del mundo metafísico.
Vive en el centro de Barcelona, en un pequeño y alto ático, rodeado de sus obras, de pinceles, de materiales. Barcelona está a sus pies. Pero él sigue mirando hacia arriba y creando… supuesto…
¿Honesto con el Arte? Sin duda alguna.
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