EL ACECHO
Juan Carlos Morales
Río lánguido sobre la espalda:
gemido de arena, destello de un piano
en sus caderas.
Musgo fragante entre sus piernas:
olas afiladas danzando en su pubis,
dentelladas de rocas frágiles
que se deshacen indolentes
en mis manos.
Zagala tersa,
fisura de líquenes y arreboles:
cabellos desatados a la Luna.
Pies gráciles,
felina acurrucada en mis brazos.
Un día se irá para siempre.
¿Qué recordaré entonces?
Acaso, que la contemplaba dormida.
Que pasaba mi memoria
en su desnudez de caracola.
LA NAVE TRAGICA
Juan Carlos
Morales
Bruma:
un arpa antigua en el acantilado,
al acecho de las olas.
Hay una sirena que canta eternamente
a un hombre amarrado al mascarón de proa,
con la figura de una mujer de sándalo.
El mar crece en los ojos del argonauta
que nombra a Penélope.
|