LA SELVA
Cristina Martínez
Portada
Enmarañada
selva verde donde pierdo
de
las distancias y los tiempos, el sentido.
Tus
ojos son como dos llamas del Averno
del
color de los frutos del olivo.
Impenetrable
selva oscura donde pierdo
la
mutilada esperanza del olvido.
Olvido
muerto por el sable del recuerdo
de
los días todavía no vividos.
En
la batalla desgastada por la espera
el
corazón es un soldado malherido
que,
ya cansado de luchar, arrió bandera
y
hoy, rendido ante tus pies, yace tendido...
pues
quise tanto olvidar, que en el olvido
olvidé
mi corazón, de guerra preso,
y
en la selva de tus ojos se ha perdido
sin
encontrar el camino de regreso.

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