ENTREVISTA A ADRIANA MUSETTI

Por:  Susana Weingast

 

Esta ciber-entrevista fue realizada vía e-mail en el mes de Enero de 2001 por la artista plástica Susana Weingast (SW) a la artista plástica Adriana Musetti Dávila (AMD) nacida y radicada en Montevideo, Uruguay.

SW--- Cómo se inicio en las artes plásticas?
AMD--- Creo que fue en la pared de mi dormitorio, allí hice, a los 14 años un mural y ese día supe que si no me dedicaba a pintar mi vida no sería buena...

SW--- Qué profesor recuerda con más admiración y agradecimiento?
AMD--- Como artista y docente sin duda a Clever Lara.
Agradecimiento tengo para Marcela Bobeau de Secondigné que me dió ánimo, me impulsó, una genial persona.
Beatriz Varela Freyre, una férrea disciplina... me presionó y eso fue bueno.
Y Ferreira, mi primer profesor a los 15 años, no lo olvidaré. 
Surgen cosas inesperadas. Eso es bueno.

SW--- Qué maestro de la Historia del Arte la conmueve?
AMD--- La luz y sombra en las obras de Rembrandt, confieso que causa toda mi admiración, en una oportunidad, observando un autorretrato de este artista, estuve más de una hora, trataba de alejarme y no lo lograba, me atraía como si tuviera alma, pienso que es parte del espíritu del artista que quedó allí en su obra.

SW--- Cuando se pone a pintar, realiza el trabajo racionalmente o hay veces que surgen cosas que Ud. no esperaba?
AMD--- En principio siempre es racional, pero luego surgen cosas inesperadas. 

SW--- Le gusta seguir cuando surgen esas cosas inesperadas, o tiene miedo de lo que va a plasmar? 
AMD--- Miedo... ni a la guerra!! Esta es la frase que espontáneamente surge en este momento, pero en realidad le tengo miedo sólo a una cosa: a no poder pintar, a la quietud, a la estática, me ha sucedido y me da miedo... pero a lo inesperado, nooooooo... bienvenido sea! las cosas nuevas son fuente de descubrimientos, de creatividad, son el "maná del desierto" para el alma del artista, son el esperado camino para nuevos mundos...

SW--- Qué siente antes de iniciar el cuadro?
AMD--- Una necesidad imperiosa de pintar, dan vuelta en mi cabeza varias ideas, colores, pasa tiempo a veces y van decantando esas "imágenes inventadas"... siento ganas, muchas ganas de llevarlas a un plano tangible.

SW--- Qué siente cuando terminó el cuadro?
AMD--- Si me gusta siento alivio, felicidad... si no responde totalmente a mis expectativas, un poco de frustración, nunca trato de "arreglar" algo que no me conforma del todo, sólo lo archivo, lo miro cada tanto y si con el tiempo tampoco se "cura", un día lo uso de base para otra cosa.

SW --- Puede vivir de su Arte?
AMD--- NO!! En algún momento tuve ganas y esperanzas de vivir del arte, pero la realidad me convenció de que no es viable por lo menos en Uruguay, aquí el modo de lograrlo, es la docencia, pero si bien la he ejercido, no es lo que más me gusta, a mí me gusta pintar, como dije antes aunque sólo sea para mi.

SW--- Qué lugar le da a quien observa la obra? 
AMD--- El que se involucre con lo que está viendo o se mantenga fuera, depende de la persona, es un poco a lo que me refería cuando hablé de las diferentes sensibilidades. Uno busca mostrar lo que hace y eso hace que nos demos cuenta que también dependemos en algún modo del espectador, nadie puede negar que es halagador cuando observan nuestro trabajo con admiración, pero yo me pregunto: Si estuviera en un lugar sola, absolutamente, sin ninguna posibilidad de que lo que hago fuera visto por otro ser humano, ¿dejaría de pintar? NOOOOO! 

SW--- Me cuenta una anécdota de su carrera. 
AMD--- No sé por qué pero las anécdotas que recuerdo son todas relacionadas con experiencias negativas, ahora me doy cuenta... de todas formas te voy a contar:
Hace cuatro años, yo estaba en un período malo de mi vida y había pasado todo el año haciendo unos pequeños formatos en espátula, hasta que un día alguien de Buenos Aires, me llama y me dice que ha tenido referencias de mi trabajo por un amigo común y que le interesaría ver mis obras, el hombre viene desde allá, le encantan mis cosas y me propone exponerlas en un local tipo confitería que estaba reciclando, se llevó 26 cosas, confié (tontamente) por el amigo común que nos unía y nunca más pude ver mis trabajos, después de mucha "persecución", este año recuperé seis de esas obritas.
Por esto y por otras experiencias negativas, es que estoy bastante alejada del "ruido artístico"...



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