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 ISABEL ALLENDE

Rebeca Montañez

El poeta miro a los ojos de la reportera.  Con voz pausada, le expresó un consejo directo y muy poco diplomático: "Usted debe ser la peor  periodista de este país, hija. Es incapaz de ser objetiva, se pone  al centro de todo, y sospecho que miente bastante, y cuando no tiene  noticia, la inventa. ¿Por qué no se dedica a escribir novelas mejor?  En la literatura esos defectos son virtudes".   El poeta era Pablo Neruda. Se dirigía a Isabel Allende.

Isabel Allende Llona. Cuentista y novelista. Periodista. Nació en Lima, Perú el 2 de agosto de 1942. Hija de Tomás Allende,- primo hermano de Salvador Allende,- quien era funcionario diplomático en aquel país  y de Francisca Llona. Tres años después, en 1945, sus padres se separan por lo que Francisca decide regresar a Chile con sus tres hijos:  Juan, Francisco e Isabel.   Su madre se casará, esta vez con el diplomático Ramón Huidrobo. Así comenzará el peregrinar de la nueva familia a países tan disímbolos como Bolivia y Beirut.  En 1958 Isabel regresa a Chile para terminar sus estudios secundarios. Trabajará en la  Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), organismo de las Naciones Unidas. Y a  los 17 años iniciará  en Chile su carrera como periodista, escribiendo artículos sobre temas sumamente polémicos.  Entre los años 1958-1974 Escribe para la revista "Paula". Forma parte del primer equipo editorial y está a cargo de la columna de humor "Los impertinentes". Asimismo Colabora en la revista para niños "Mampato", en Santiago. Publica dos cuentos para niños, "La abuela Panchita" y "Lauchas y lauchones" y una recopilación de artículos, "Civilice a su troglodita".

Se matrimonio, celebrado en 1962, concluye en 1987. De esta unión nacen sus hijos Paula y Nicolás.

Isabel Allende se exilió en 1973 y buscó refugio en Caracas, Venezuela, cuando su tío Salvador Allende, presidente de Chile, murió durante el golpe militar encabezado por el General Augusto Pinochet Ugarte.   Es precisamente desde el exilio donde escribe su primera novela (1982) La Casa de los Espíritu.  Esta obra se entremezclan  antiguas vivencias familiares de la autora con elementos propios del realismo mágico . Ella misma reconoce que sus abuelos fueron fuente de inspiración y  se convirtieron en Esteban Trueba y Clara del Valle,  personajes principales de la historia.  A partir de entonces, no cesa su producción literaria:  "(1984) De amor y de sombra" (1987). "Eva Luna" (1987), (1989)"Los cuentos de Eva Luna", Justamente en  1991 en la presentación de su novela "El plan infinito", su hija Paula enferma gravemente de porfiria. En la porfiria, unos compuestos químicos denominados porfirinas se acumulan en la piel, los huesos y los dientes. Algunas de estas porfirinas sufren una reacción química, lo que da lugar a nuevos compuestos que destruyen los tejidos  y, como consecuencia, la piel se recubre de ampollas y los huesos se corroen. Quizá para exorcizar todo el dolor por la pérdida de su hija acaecida en el año 1992, Isabel publica en 1994 "Paula" el doloroso testimonio que había comenzado en Madrid en 1992 mientras su hija se encontraba hospitalizada. En  1998 y según ella, para reconciliarse con el gozo de estar viva, escribe  "Afrodita" A esta novela le siguen "(1999) Hija de la fortuna", (2000)"Retrato en sepia".(2003) El reino del dragón de oro” (2004) “El bosque de los pigmeos” y presentó el año pasado (2005). El Zorro. Se trata de la historia que da vida a los primeros veinte años de Diego de la Vega, antes de convertirse en el mítico héroe enmascarado.

Actualmente Isabel comparte su vida con el abogado norteamericano William Gordon  El matrimonio reside en San Rafael, un tranquilo suburbio californiano, en una de las casas más acogedoras y pintorescas de la costa oeste, desde donde puede dominarse una espléndida vista de la bahía de San Francisco.

A grandes rasgos, esto ha sido un atisbo a la vida de Isabel Allende. Ahora toca recordar aquella frase con la que Luis Sepúlveda –escritor chileno- la definiera:      Cuando Isabel Allende puso el punto final de "Eva Luna", logró tatuarse un símbolo que honra su epidermis: dejó de ser chilena, peruana o venezolana, y pasó a ser intensamente latinoamericana