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AMOR Y DESAMOR

Esteban Castillo

 

Escribir sobre el Amor, no sé que podría yo decir, ya que desde tiempos inmemoriales el hombre ha tratado de teorizar sobre esta palabra, sobre este sentimiento, y hay mucha tinta que ha llenado cantidades de páginas blancas a proposito de este tema.

Grandes filósofos, los griegos, los hindúes, la Biblia, el Corán, nos hablan del amor. Hay, cosmovisiones que nos hablan del amor, desde el comienzo de la humanidad. Hay el amor al prójimo, y encontramos filósofos como Confucio que nos dice: “Ama al prójimo, como a ti mismo”. Lo encontramos en la Biblia, dónde nos dice como una ley fundamental: “Tú amarás tu prójimo como a ti mismo”. “Tú amarás a Dios sobre todas las cosas”. Hay una ética en estas frases, hay una regla hay normas ¡Qué bien sería que comencemos amar a los otros como a nosotros mismos, pero a veces no nos amamos nosotros mismos; entonces, no podemos amar a los otros...!

Hay el amor hacia la patria y un soldado da su vida para defender a su país. Hay amor a la música, a la pintura, a la literatura; amor hacia los animales, hacia la vegetación y hay grandes movimientos ecologistas que dan todo por defender los animales y la naturaleza. El grupo Green Peace se enfrenta a los barcos balleneros que matan las ballenas y exponen sus vidas en defensa de estos cetáceos. Hay que tener un gran amor para defender a los gorilas, como lo fue la investigadora norteamericana Dian Fossey, (1932-1985), según algunos expertos asesinada por defender los animales y en especial los gorilas.

Hay muchos tipos de amores, algunos son posesivos y enfermizos, padres que no dejan crecer a sus hijos, madres posesivas que se aferran a su hijo, olvidando que ellos tienen que crecer, andar, caminar y conocer mundo, hacer sus vidas. Hay amores de esclavitudes. Amores enfermizos de hijos o hijas por su padre o su madre, el complejo de Edipo y el complejo de Electra nos muestran en la mitología griega esas relaciones de conflictos, tratados magistralmente por Freud. Hubo el amor cortés, amor platónico y muchos más...

El sicoanalista y filósofo Eric Fromm, en su libro “El arte de amar” habla de diferentes tipos de amor, del amor de los padres por sus hijos, amor de sí mismo, y de tantos amores. Amores que crean conflictos entre familias por razones sociales, económicas, culturales y religiosas.

Hay personas que no aman en el presente y andan buscando el amor que su pareja tuvo cuando tenía 15 años, y se olvidan de amar y sentir en el “aquí y ahora”, y siempre andan en un conflicto existencial, diciéndose a ella o a él si lo amabas.

Hay amores mezquinos y sobre todo el amor de propiedad, porque el “amor” no es ser dueño de la otra persona. Recuerdo a Krishnamurti en su libro Libertarse de lo conocido donde dice más o menos esto: si quieres a tu pareja y se te va con otro o con otra ¿ la sigues amando? ¿Lo sigues amando? No, es el odio, ya que no te pertenece... porque si en verdad es amor debes alegrarte de que ella o él sean felices con otra pareja. Es más, si te ha dejado, era porque ella o él ya no sentía amor por ti. Hay amores, o hay amor de conflictos, la relación se neurotiza y tienen que vivir en pleno drama... y lo inteligente es, separarse y seguir en la vida que a lo mejor el amor llega más tarde.

¿Pero qué es en realidad el amor? Pensamos y somos románticos al decir: ¡te quiero con mi corazón! Pero, todo en realidad se pasa en el cerebro. La química del amor juega un papel determinante, las sustancias al encontrar simpatías por otra persona, se desplazan por la sangre y sentimos que nuestro corazón palpita más rápido, en ese momento las hormonas y sobre todo endomorfinas producidas por el cerebro en ciertas cantidades. Las sustancias endógenas se pasean por nuestro organismo y corren por nuestras venas y arterias, llenándonos de alegría, de sueños y proyectos. Hay la “locura del amor”. Pero, sentimos malestares estomacales, a veces hasta sudamos y la voz casi no nos sale, nos volvemos eufóricos al ver a la otra persona. Nos llaman o llamamos a cada momento por teléfono o celular, para decir o que nos digan: “te amo” y buscando seguridad preguntamos o nos preguntan ¿tú me quieres? Estas emociones son iguales para los hombres y para las mujeres, en cierta medida lo cultural a veces modifica estas emociones.

Pasan los años, y a veces las sustancias hormonales van a ser menores y ya el palpitar decae, y de repente se cierra la llama del amor se apaga y comienza a morir el amor, al menos ese amor, del Dios Eros, ya la flecha de Cupido es menos asertiva y ya no hay emociones. El amor va desapareciendo y de repente vemos a esa persona que amábamos, o que él o ella amaba y hay un pasar desapercibido y “nuestras químicas del amor” no aparecen por ningún lado. Ya el celular y el teléfono no suenan como antes. Sin embargo, hay amores que no mueren y siempre están presentes, no avanzan, pero tampoco, retroceden...

El amor ha sido inspirador de novelas, de poemas, de canciones y de boleros. Poemas de amor como “El cantar de los cantares” se dice que fue escrito por Salomón, versos llenos de poesía ¡Qué me bese con los besos de su boca / mejores son que el vino tus amores / ¡Qué bella eres, amada mía, que bella eres!

Hay boleros que le cantan al amor, al renacer, otros son: al dolor, al despecho. En algunas de sus letras es de desespero. De momento ya la persona no respira, quiere morirse, es la desilusión, quiere lacerarse, es el desengaño, es el desamor, esa persona está deprimida, triste y todo lo ve gris. Pero, el amor es estímulo de la vida y parafraseando a Francesco Alberoni, “el amor une a lo que está separado y separa a lo que está unido”. Así es el amor, vemos como modifica a los grupos sociales, cuando hay amor, cuando la locura del amor ha tocado tus circuitos, ha tocado tu química cuando los latidos de tu corazón se aceleran a 130 pulsaciones por minutos, cuando la sístole y la diástole tienen movimientos arrítmicos y bruscos; cuando tu respiración es más rápida, ahí en ese momento no hay religión, ni edad, ni estado civil, ni familia, ni color de piel, no hay raza, porque lo que busca el amor es unir para perpetuar la especie o para vivir y disfrutar de la vida, para unirse y hacer proyectos de vida. Amor es desear que la persona amada sea lo más feliz posible, según algunos filósofos griegos... amor es amarse en lo imaginario, en el espíritu, en la esencia del ser....

Los sicólogos, sicoanalistas, filósofos, poetas, escritores, pintores le han cantado o explicado que es el amor, al menos el amor occidental, ya que en otras latitudes por razones culturales hay otros coordenadas que modifican el amor y mientras exista el humano seguirá siendo así, no importa si son las hormonas, si es el corazón, si es el cerebro. Pero, seguiremos amándonos, y el Amor con A mayúscula siempre estará presente en nuestras vidas, porque hay muchos amores y diferentes símbolos y maneras para amar...

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