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APROXIMACIONES ICONOGRÁFICAS E ICONOLÓGICAS
DE JESUCRISTO EN LA OBRA DE MANUEL ARJONA LEONARDI
(Parte II)
Blanca María Huerta
ESTUDIO ICONOGRÁFICO E ICONOLÓGICO DE LA ESCULTURA MI CRISTO
Para
el estudio de las obras de arte la Historia del Arte posee métodos propios que
permiten abordarlas desde diversas directrices; entre los cuales destacan: el
formalista, sociológico, iconográfico e iconológico y el estructural.
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Fig. 1.- Manuel Arjona Leonardi.
Mi Cristo, 1995.
Papel Encolado, 1,80 x 60 cm
(Colección Manuel Arjona Leonardi)
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A fin de indagar en la propuesta artística manifestada por Manuel Arjona Leonardi en la obra
Mi Cristo (fig. 1) he recurrido al método iconográfico, y en tal sentido dicho enfoque se desarrollará ceñido a los lineamientos esgrimidos por Erwin Panofsky en las obras:
Estudio sobre Iconología y El Significado en las Artes
Visuales, textos estos en los que el mencionado autor expone y aplica al análisis de las obras de arte el aludido método.
Dicho procedimiento según Panofsky, comprende la lectura de las obras de arte en tres niveles de significación: el pre-iconográfico de contenido temático primario o natural, el iconográfico, secundario o convencional y el iconográfico intrínseco o de
contenido.
El primero implica la descripción formal de la obra, para lo cual se enfocan los siguientes
aspectos: volumen, textura, color espacio, modelado y movimiento, el segundo comprende la iconografía propiamente
dicha, haciéndose referencia a los significados y a la identificación del personaje
representado; en el tercero se pone de manifiesto la ideología del artista condensada en la obra a
estudiar. |
DESCRIPCIÓN PRE-ICONOGRÁFICA DE LA OBRA MI CRISTO
Siguiendo el primer nivel del método iconográfico la obra en estudio presenta una figura masculina pedestre de tamaño natural, inserta en la ramazón de un tronco, sobre una base cuadrada que se apoya en un pedestal (fig. 1).
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Fig.2 Manuel Arjona Leonardi, Mi Cristo
(Detalle, pie derecho).
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Fig. 3 Manuel Arjona Leonadi, Mi Cristo
(Detalle, pie izquierdo)
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El personaje está desprovisto de calzado, endosa una túnica de color blanco, vieja y ennegrecida, cubierta en parte por un manto marrón-purpura. La larga túnica, conformada por pliegues verticales que se adaptan con soltura al cuerpo, adquiere una forma rugosa y ondulada a partir de las rodillas, dejando al descubierto parte de la pierna y el pie derecho, visto el personaje desde el lado lateral derecho la pierna tensa avanza y se sujeta a la enramada; mientras que desde el ángulo izquierdo la pierna portante queda al descubierto a nivel del tobillo y el pie inclinado apoya los dedos en el suelo y el talón en la enramada para sugerir movimiento y estabilidad. (Fig. 2 y 3).
La túnica de cuello redondo- bajo permite apreciar la clavícula bastante insinuada, señal de delgadez, parte de la musculatura del pecho e igualmente las venas y arterias del cuello.
Sobre la túnica el manto sesgado y en pliegues cubre la parte posterior de la figura, cobija el hombro izquierdo para sujetarse con el brazo que se adhiere al tronco del personaje; mientras que el lado derecho se sujeta también con el brazo para dejar libre la túnica a nivel del
hombro.
Fig. 4. Manuel Arjona Leonardi. Mi Cristo (Detalle)
Desde los anchos cantos de la túnica salen los delgados y arrugados brazos con venas pronunciadas. La mano izquierda, tensa reposa sobre la derecha que se encuentra relajada y están atadas a nivel de las muñecas con una cuerda grisácea.
(Fig. 4).
La cabeza y el cuello se inclinan hacia el hombro derecho, la mirada se dirige hacia el espectador, el hombro derecho está caído y el izquierdo tenso. El rostro muestra a un individuo ojeroso; por las mejillas sumidas corren sendas lagrimas y en la frente, signada por pliegues horizontales se concentra una gran tensión.
Se trata de un anciano de bigote, barba y cabello de color gris oscuro a nivel de hombros que caen en sutiles hebras, de las cuales algunas penden hacia el rostro dejando la oreja izquierda parcialmente descubierta; otras por el contrario corren por encima del lado derecho tamizando la mirada. Lleva sobre su cabeza una corona de follaje espinoso.
Por la parte posterior el personaje se inserta en la enramada de color beige y ocre, la cual junto al tronco del árbol, sugiere el espacio y el ambiente natural.
La ramazón de diversos tamaños tiene una forma curvilínea (Fig. 5). El manto a nivel de la cadera y el entrepierna del personaje se une al tronco del árbol asegurándose de esta manera la estabilidad del mismo.
Fig. 5.- Manuel Arjona Leonardi. Mi Cristo.
(Detalle, lado posterior)
En el segundo plano como ya lo he expresado, el manto cubre la espalda del individuó: sesgado desde el hombro izquierdo hasta el antebrazo derecho para caer al suelo teniendo contacto con la enramada. También se aprecia la cabellera que cae sobre la espalda un poco más abajo de los hombros.
La luz incide sobre el rostro, el cuello las manos y los pies para precisar los rasgos fisionómicos y los gestos del personaje e igual contribuye a concretar la forma del mismo, los detalles y elementos que lo constituyen. En el manto la luz se gradúa y adapta a su a su conformación en pliegues creando leves contrastes de luces y sombras; acentúa su textura rugosa, peso volumen y naturalidad con que se adapta a la forma de la túnica que endosa el personaje.
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