|
NUESTROS QUERIDOS MUERTOS
Maite Mainé
Aunque en cada país se festeja de distinta forma y con diferentes ritos, la mayoría de nosotros, cuando llegan las festividades de Todos los Santos y en particular, el Dia de los Difuntos, 2 de noviembre, los Cementerios se llenan de personas que visitan los lugares en donde están enterrados sus queridos seres y depositan en sus tumbas o nichos flores de distintos colores; muchas veces, las preferidas por el ser que les dejó, al tiempo que limpian de polvo, hojarasca y flores secas las tumbas, signo evidente del tiempo transcurrido desde su última visita.
El 2 de Noviembre es el día dedicado a los Fieles Difuntos por la Iglesia Católica, pero, como en muchas otras festividades de tipo cristiano, ésta también tiene su origen en los ritos paganos.
En 1998, el Abad del Monasterio de Cluny, al sur de Francia, San Odilón, instauró para el día 2 de noviembre, la Festividad de todos los Fieles Difuntos en la Orden Benedictina, siendo aceptada en Roma en el siglo XIV y extendiéndose a toda la cristiandad.
En mi país –España- dicha Festividad se ha convertido desde hace años en un recordatorio especial hacia quienes se fueron y en un disfrute del paladar de los que aquí seguimos. Así, los llamados “huesos de santo” y buñuelos (se toman en toda España), los postres de gachas, en Jaén, las castañas asadas, en Galicia y Castilla, las rosquillas de anís y patatas asadas en Salamanca, arrope y calabazate en Murcia, arroz y “talladetes” en Alicante, los borrachillos en Andalucía, “rosaris” en Mallorca y los tradicionales “panellets” en toda Cataluña.
 |
Aunque en algunos países, como por ejemplo Méjico, esta fiesta, en cualquiera de sus
manifestaciones, es más pagana que cristiana, pasan todo el día rezando por sus
difuntos, y acaban brindando por ¡su salud!, rito respetuoso que la familia del que se fue le prepara y
que, de acuerdo a sus creencias, ese día regresa para volver a disfrutar de lo que más gozaba en
vida.
En el lugar principal de la casa, en Méjico, se coloca una foto del |
“muertito” como le llaman ellos y sobre la mesa se disponen una serie de pequeños platos de su cocina
tradicional, adornando toda la mesa con “calaveritas” de azúcar.
En uno de mis viajes a Méjico, pude observar cómo, en ese día justamente,las aceras de las calles se ven llenas de velas y platitos con
comidas, en honor a cada uno de sus muertos. |
Es, también, una forma de reencontrarse por breves momentos con un pasado al que a veces no se ha prestado demasiada atención.
A nivel personal, y justo cuando estoy escribiendo esta crónica, me viene a la mente un recuerdo muy lejano, de mi más tierna infancia, cuando mi abuelo me contaba una costumbre muy arraigada por aquel entonces, según parece, y sobre todo, en casa de mi abuelo paterno.
Me contaba que, la noche anterior al día de Difuntos, mis abuelos preparaban toda clase de alimentos ricos y apetecibles: golosinas, castañas, boniatos,”panellets” (pastelería muy típica en Cataluña en estas Fiestas) y los distribuían a lo largo de la mesa del comedor porque, según se suponía, -y ahí encuentro bastante concordancia con otros países,los familiares desaparecidos de este mundo, esa noche regresaban para gozar, por unas pocas horas, de todas esas delicias.
Pero que una noche... mi abuelo escuchó ruidos extraños en el comedor, abrió la luz... y ¡sus ocho hijos, entre ellos mi padre, daban buena cuenta de los ricos manjares!
Y yo me pregunto... si en España no era usual ese rito respetuoso la noche anterior al Dia de Difuntos, ¿de dónde lo importó mi abuelo Carlos? ¿ Tal vez de esa Cuba que él tanto amó?
Aunque quizás en un principio no sea algo seductor la visita a los cementerios, hay algo en ellos de fascinante. ¿Se han parado alguna vez, con detenimiento, a leer las inscripciones que figuran en algunas lápidas? Podemos descubrir mil historias románticas a través de ellas.
| En Londres, por ejemplo, se halla uno de los cementerios más hermosos e históricos de la ciudad, La parte Oeste del cementerio es un museo en sí mismo, ya que en él se encuentran tumbas de distintas épocas, de los personajes más famosos, en medio de estrechos senderos poblados de árboles. De repente podemos toparnos con la lápida del físico Michael Faraday, o con las de los más renombrados escritores y pintores de Inglaterra. En la parte Este de dicho Cementerio-jardín, hay la tumba de alguien que cambió la historia del mundo: Karl Max, que murió en Londres, la de Virginia Wolf y tantos y tantos famosos. |
|
En Roma existe el Cementerio protestante denominado: El de los Poetas, por lo que los nombres más ilustres pueden hallarse en sus tumbas.
Uno de los Cementerios que con probabilidad es uno de los más visitados e importantes a nivel mundial, es el “Cimetière du Père Lachaise, en París (Francia). Algunos de los mundialmente famosos allí enterrados, son: CHOPIN, Marcel PROUST, Edith PIAFF, Oscar WILDE,y un largo etcétera.
Nuestros cementerios tienen la similitud a una gran ciudad, con avenidas y nombres, y se pueden distinguir fácilmente los distintos status... en tanto que por ejemplo, los cementerios musulmanes, están más igualados y allí es difícil distinguir la tumba de un pobre a la de un rico, con lo que podemos pensar que la muerte, a los ojos de los demás, iguala a los seres humanos.
Lo que sí creo firmemente es que esos días invitan a reflexión.
Y si mañana, cuando nos hayamos ido, no podremos pedir perdón, ni corregir nuestros errores, ni reconciliarnos con aquellas personas que nos ofendieron o a quienes ofendimos, ¿ por qué no hacerlo ahora, en vida?
Yo también llevaré flores a mis amados muertos:
A mis amados padres,
Al padre de mis hijas,
A mis abuelos,
A ti, querida tía Julita,
A nuestro médico de familia, que más que médico fue nuestro amigo y que salvó a una de mis hijas, a ti, ejemplo de médicos donde los hubiere: doctor Xavier de Requesens,
A mis dos amigas de la infancia, que formaron parte de la historia de mi niñez y adolescencia... Matilde y Mary...
Pero no os recordaré solamente ese día, sino todos los días de mi vida...
|
