ARTESANOS - ESCRITORES - ESCULTORES - FOTÓGRAFOS - PINTORES - MISCELÁNEAS

EL CONOCIMIENTO ABSTRACTO

José Repiso Moyano

Muchas veces hablamos del conocimiento abstracto, de la verdad abstracta, del arte abstracto; empero, ¿qué es eso de la abstracción?, ¿acaso es algo voluntariamente gratuito o es una capacidad cognoscitiva?   Empezando, por lo menos sabemos de la adjetivación abstracta: a un perro lo dibujamos o lo "damos a entender" vagamente con una escasa conformación física o con una insuficiente especificidad (ofrecemos las señales o los vestigios sobre él que no son los determinantes para distinguirlo inequívocamente), por lo cual podemos confundir al expresarlo de una forma ambigua.

Cuando por la experiencia conocemos un objeto y sus relaciones tal entendimiento ya es, de antemano, sobre lo que es posible en adelante, así pues, lo guardamos como "verdad contingente" en cuanto a que ha sucedido, ha existido o es contingencia de lo existencial no como un hecho probable o hipotético, sino como un hecho cierto (aunque después, tras el paso del tiempo, lo entendamos mejor).  Por ello, memorizamos una complejidad de sucesos u objetos "obvios" que con más eficacia o menos eficacia -puesto que se hace capacidad- nos sirve para intuir -prever o "descubrir"- uno a un mínimo indicio, a una mínima "sospecha".

El conocimiento o el entendimiento intuitivo o primigenio u original es común a todos los animales, gracias al cual se advierte un peligro para no afrontarlo directamente: protege así a las especies. En realidad, puede no acertar claramente, pues, como capacidad recurrente -o necesaria- de conocimiento aviva todos los mecanismos de defensa desde un primer momento desproporcionadamente o "en abstracto" o "en alerta" para lo máximo posible que el hecho pueda significar o ser, para todo lo que pueda significar o ser; sí, proyecta -el animal- su general entendimiento en abstracto, en su suma, en su totalidad porque, como resultado, asegure o corra el mínimo riesgo o desacierto al no haber confiado en sólo algo posible. En efecto, por condición inherente, el intuir es una progresión "de alarma" de más a menos o "de descubrimiento" de menos a más por lo que, sin duda, parte de una abstracción que le garantiza confianza; en claro, es en el ser vivo una complejidad "del total aprendido" que actúa o que va vislumbrando poco a poco un hecho en función de una sucesión de indicios a los que él debe reaccionar lo más certeramente -o de la forma más fiable- porque se adapte o sobreviva.

La intuición, por lo tanto, utiliza una materia prima para ordenarla en un instante dado o posibilitado consecuente con lo nuevo o con la nueva disposición en que se ofrece la naturaleza; ¡ya!, en síntesis es un proceso, un proceso activo que comienza desde el conocimiento global o desde "el que hay interaccionando", desde el conocimiento abstracto (éste es un origen, no una finalidad). Es de donde se inicia la percepción concreta de. algo.

El conocimiento intuitivo, de hecho, es una paranomasia de: Habiendo entendido a A, entenderé a A en adelante cuando, en atención a los sucesos que sobrevienen, en atención a todos los indicios que me den de A, entiendo a A nuevamente en el contexto evolutivo; empero, entretanto tendré a A en mi complejo abstracto.

En el arte, por ejemplo, el ser humano usa o aplica su mayor potencial intuitivo y, por ello, apenas se inspira, refleja lo máximo ( aceza contener mucho, atender a mucho) provocando que, el observador, intuya o "se obligue" a intuir ya sobre esos elementos que, él, ha elegido desde la materia prima de la realidad; tanto lo emocional imaginativo con respecto a un ideal como lo que pueda ser evocado con respecto al pasado vivido. Motivo por el que la imaginación no es creativa sino desde lo que se cuenta, desde lo que está, desde los elementos de la realidad que se forjan emocionalmente -o para una intención emocional-; considerando, por obligado, que la imaginación el en ser humano también es intención, intención sobre el "material" que adquiere del entorno.

Entonces, la atención imaginativa comportaría esta paranomasia: Habiendo entendido a A, entenderé a A ahora o en adelante "a mi gusto" o para una hipótesis con elementos racionales por una finalidad racional; empero, entretanto seguiré teniendo a A en mi complejo abstracto.

Conforme a eso predicho, a pesar de que la imaginación sea primordial -en la medida que ella perfecciona la inteligencia-, no es tan esencial como la capacidad o la singularidad intuitiva, pues, la imaginación procede de ella: es su sofisticación (con la evidencia de que, por defecto, puede asociarse a trastornos adaptativos). Porque la imaginación es alineante o seguidista de la conducta social, con tal de adentrarse en sus subliminales deseos por no quedarse un ser humano solo, sino compartiendo proyectos o direcciones psicológicas de libertad, de justicia, de amor, etc.

En otras términos, el ser humano modela su imaginación hacia el proselitismo; por la razón de que es incapaz de ser feliz sin él. Es un ser que "exhibe" su conducta para ser continuada, seguida, no poco remilgado por sugestionar que todos debemos ir a Marte, que un cielo de tal o cual manera nos está esperando, que la democracia es casi perfecta, como ejemplos. Así, imagina por y para sugestionar, en su psicología el miedo es la soledad "de sociedad" y ésta es la antítesis de su sentirse seguro o feliz. Pero, además, la imaginación es un producto del mismo lenguaje social: se imagina con símbolos, con imágenes-símbolos que inherentemente son emuladas del lenguaje social. Se imagina -en el ser humano- con conceptos de belleza, de justicia, de propiedad o de poder psicológico sobre los demás.

Por medio de la imaginación, en definitiva, cualquier humano ha aprendido a prometer lo que ha imaginado o soñado, su ideal, su utopía (que es positivo porque le incita a la esperanza), aunque a veces justifique lo injustificable -con más o menos hipocresía- en una enajenación insistente o en una cerrazón de donde resulta muy difícil salir ya que, a la razón, le enraíza "locuras" u obsesiones: el suponer que la mayoría de los judíos son corruptos o el suponer que la mayoría de los islamistas son terroristas, como ejemplos.

Artesanos - Escritores - Escultores - Fotógrafos - Pintores - Misceláneas
Copyright © 2000/2020  cayomecenas.net  - Todos los derechos reservados.